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martes, 19 de agosto de 2014

Como saber si una persona miente





Los detectores de mentiras, como los teléfonos con diferentes luces, no prueban científicamente que funcionen. La teoría es que las personas que se presentan para hacerse estas pruebas, están excitadas físicamente cuando mienten, y esa alteración provoca el cambio de luces.
Lo mejor es fijarse en unas pautas de comportamiento.
  1. No responder de una forma directa a una pregunta directa. En una conversación, a medida que vamos acercándonos al núcleo del tema, la vaguedad aumenta. Las respuestas siempre deben ser directas, sin ambigüedades.
  2. Las mentiras a veces son más complicadas que la verdad. Han dicho una mentira y la rodean de detalles superfluos. Saben que a las personas les gustan las historias y aunque lo hacen de manera vaga, no escatiman detalles. Se esfuerzan demasiado para que los demás les crean.
  3. Solo un mentiroso jura que está diciendo la verdad. Una persona que dice la verdad no tiene ningún motivo para creer que lo que cuenta es motivo de duda o que no le van a creer.
  4. Los mentirosos son capaces de mirarnos a los ojos. Es un error muy difundido, un mentiroso puede aprender a mirar directamente a los ojos para predisponer al contrario perfectamente. Pero atención, debe ser una persona que lo haya estudiado muy bien, porque estudios sobre este tema reflejan, como dice el refrán, que “La cara es el espejo del alma”. Existen una relación entre nuestras pupilas y nuestro cerebro, según las conclusiones del Psicólogo Eckhard Hess.
  5. Los mentirosos por lo general se benefician de sus mentiras. Si alguien puede salir beneficiado con nuestra confianza, debemos poner un punto de atención. ¿Qué sentido tendría que alguien mintiera si no obtiene algún beneficio?
  6. Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, lo es. Las personas que utilizan la adulación, con frases muy sutiles para haceros creer lo que ellos quieren, ¡cuidado! Dejad entrad la luz y que todo sea muy claro. Estas situaciones se pueden dar por ejemplo en una entrevista de trabajo, donde a través de palabras clave como: "Mucho dinero, Ud. tiene iniciativa, es una persona muy capacitada, etc", van llevando a la víctima con sus halagos a lo que ellos quieren. Siempre hay que recordar, datos claros y menos palabras.
  7. La mayoría de mentirosos son reincidentes. Han engañado una vez y han salido victoriosos, se creen mejores que los demás, esto es un aliciente que deben volver a probar, y lo hacen.
 

Mentirosos compulsivos

Las causas de este tipo de mentiroso pueden ser muy diversas. Estas personas mienten por mentir, como un adicto, no sacan beneficio, no quieren engañar, mienten sin saber porque mienten. No se ven a sí mismas como mentirosas, creen que dicen alguna mentirijilla, que todos las decimos para convivir, nada importante.
No son conscientes de su enfermedad. Decía el poeta inglés Alexandre Pope. “El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la primera”.
Es un hábito en la vida de la persona, generalmente se relaciona con personalidades inflexibles y de conductas rígidas. Suele empezar en la niñez. Una forma de prevenir que surja esta patología en el ser adulto es no reñir al niño porque miente, muchos de los niños lo hacen porque están formando su imaginación, su visión del mundo y confunden fantasía y realidad. Hablarlo sí, pero no reñir.
En un estudio en la Universidad de California del Sur, hallaron que el cerebro de los mentirosos compulsivos posee una estructura cerebral diferente de los que dicen la verdad, en el lóbulo frontal tienen más sustancia blanca que materia gris.
Qué hacer con una persona mentirosa
Una persona que miente, entre otras cosas, lo hace para crear una imagen de sí misma que no es real. No se acepta, por eso relata viajes que no ha hecho, conoce a personas que no ha visto nunca, etc.
Quiere impresionar. En el fondo posee una baja autoestima y sus mentiras aumentan porque tampoco producen el efecto deseado.
Ser naturales es el mejor camino para ser aceptados por los demás. Debemos ser críticos con nosotros mismos en nuestros aciertos y errores, si lo hacemos no veremos una amenaza a los comentarios no favorables de nuestros amigos y familiares y tendrán más valor sus alabanzas. Ser una persona de principios y valorada por ello, es el camino más apropiado.

 


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